domingo, 25 de abril de 2010

Capítulo 4: Alianza (Dylan)


Era un tonto, me había enamorado de la princesa Alice, la hija del enemigo de mi padre. Me resultaba tan raro ser así de dulce con ella. Normalmente le hubiera mentido diciéndole que no la quería y que nunca volvería pero ella era mi pequeña princesita. Y lo que más me dolía era que ella se tendría que casar con un hombre que no amaba. Estaba de camino hacia mi habitación cuando oí a mi padre hablando con alguien.
-Majestad es necesario hacer esto-le decía el consejero real a mi padre- Tiene que hacer esa alianza, si no los bárbaros arrasarán con todo.
-Lo sé, lo sé, pero llevamos siendo enemigos desde hace mucho, el rey Connor jamás querrá unirse a nosotros.
Estaban hablando de hacer una alianza con Laragor, podría ver a mi princesa. Seguí escuchando para ver que decía mi padre.
-Tendrá que hacer una alianza por su bien, los bárbaros también atacarán por el norte.
-Hablaré con mi hijo y juntos decidiremos que hacer.
-De acuerdo majestad-toqué la puerta y el consejero real me abrió-buenos días alteza.
-Hola-dije fríamente, se fue de allí murmurando “este chico nunca cambiará”.
-Que bien que hayas vuelto Dylan, necesito hablar contigo.
-Ya lo sé papá, escuché todo, y estoy de acuerdo. Será mejor que hagamos esa alianza cuanto antes. Si partimos hoy mismo mejor.
-¿Estas bien Dylan? Si hasta hace poco no querías saber nada de ese reino.
-Estoy perfectamente, es mejor para que los bárbaros no nos ataquen-mentí a mi padre, en realidad solo deseaba ver a Alice.
-Vale hijo, partiremos en unas horas.
Preparé todo para el viaje. Decidí hacer una pulsera con esmeraldas para regalárselo a Alice. Me recordaba a sus ojos. Cuando estuvo todo listo mi padre, dos guardias, el consejero real y yo partimos. Llegamos a Laragor 4 días después. Estaba desesperado por ver a Alice. Si hubiera ido yo solo hubiera llegado en un par de horas. También estaba sediento pero eso ya lo podría solucionar.
Los guardias nos impidieron el paso.
-¿Quiénes soys y que queréis?-dijo el más bajo de los dos.
-Soy el rey Harry de Aledant y deseo ver al rey, venimos a hacer una alianza.
Poco después estábamos en la sala del trono reunidos con el rey.
-Majestad-comenzó mi padre-se que llevamos mucho tiempo enemistados pero es necesario hacer esta alianza. Los bárbaros atacaran por el norte y por el sur y nuestras tropas son pequeñas para tantos. Si nos unimos juntos podremos vencer.
-Esta bien, Harry, pero solo será por ese tiempo, después todo volverá a la normalidad y seguiremos siendo enemigos.
-Entonces estamos aliados. Los bárbaros vendrán en 4 meses y debemos estar preparados para atacar. Mis tropas ya se están preparando y reclutando a gente que quiera unirse al ejército.
-¿Tu hijo no participa en el ejército?-preguntó mirándome.
-Si, pero no sirve para pelear, así que él no peleará-mintió mi padre.
-Pues bien, dicho todo esto, os invitamos a quedaros en el castillo el tiempo que estemos aliados. Mis criados os llevarán a las habitaciones.
-Por aquí alteza-me guió una sirvienta.
De pronto pude oler la dulce sangre de Alice.
-Aquí está su habitación. La de enfrente es la de su padre, la del lado izquierdo es la de la princesa y la de su derecha es la de su prometido.
-Vale, te puedes ir- se fue murmurando lo mismo que todos “que maleducado”.
Quise ver a Alice, pero ella no me iba a reconocer como Dylan. Así que me fui al torreón donde la había besado. Cuando llegué allí me senté en un montículo pequeño que había y me puse a ver el horizonte. Pero entonces pude oler aquella sangre que me volvía loco.
-¿Eres tú?-me giré y vi la cara de decepción de mi princesita-¿Quién eres?
-Alteza-hize una reverencia- Hace tiempo que no nos veíamos. ¿No te acuerdas de mi?-negó- Soy Dylan.
-El príncipe de Aledant-susurró mirándome-¿Qué haces aquí?
-Solo estaba contemplando el horizonte-se acercó más a mi y aunque tuviera el colgante puesto mis colmillos salieron involuntariamente.
Me puse de espaldas a la princesa e intenté ponerme en orden.
-¿Estas bien?-asentí- Será mejor que vuelvas a tu habitación creo que tienes un poco de miedo a las alturas-dijo burlándose de mí.
Me giré para encararla y estaba a escasos centímetros de mi cara. Su sangre me llamaba, intenté irme pero mis pies no se movían. Me fui acercando a ella hasta que mis labios rozaron su cuello.
-¿Q-que ha-haces?-me preguntó sin moverse.
-Te advertí que era peligroso-mis colmillos salieron y la mordí.
Intenté beber poco pero me fue imposible, bebí hasta saciarme completamente. Cuando acabé ella cayó desmayada en mis brazos. La cargué y sin que nadie me viera la llevé a su habitación. La acosté en su cama y luego fui a mi habitación. Cogí la pulsera que iba a regalarle, un papel y una pluma y comencé a escribir:
Siento haberte hecho daño mi princesita. Pero para que me perdones quiero regalarte esto. Lo hice yo mismo así que espero que te guste.Quedará perfecto con tus ojos. Perdóname princesa. Te quiero. Tu principe.
Puse la carta sobre su mano y la pulsera alrededor de su muñeca.
-Te quiero-susurré antes de borrar sus recuerdos.

3 Comments ;):

Bel* dijo...

T.T que bonito! T.T dios escribes bn...que lindo es ese principie...precioso cam me encantoo!!!!!!!!! TODOO..y esto se vuelve interesantee..ya quiero que sea domingo! ;) cuidate (K)

Unknown dijo...

awww que bello, que feoo que le borre la memoria pero bueno es lo necesario :), me encanto el capitulo te salio genial, espero que postees pronto, bye!

Hope dijo...

T.T...QUE BONIIIIIIIIIIIIIIITO!!!!!!!!!
<3<3<3<3
Esto cada veez es mas interesanteee
bss

 

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