martes, 27 de abril de 2010

Maneras de copiar en un examen

Hoooola
Hoy tuve un examen de tecnología y pues una amiga y yo nos inventamos una manera para poder copiarnos sin que nos pillaran. Aquí os voy a dejar unas cuantas:
1º Podéis usar los signos, si el profesor está distraído los podréis hacer sin que os vea, y es muy fácil (Pinchad aquí para verlos)
2º En el examen, intentad tener siempre lápiz y goma, si se os ha olvidado algo, solo tendréis que escribir en grande y la persona que esté a tu lado os ayudará.
3º Puedes escribirte una pequeña chuleta y pegártela a la parte baja de la falda, así cuando cruces las piernas, lo podrás ver bien.
4º Si los exámenes son tipo test y no sabéis los signos, inventaron una forma para saber como interpretar las letras, por ejemplo: tocate el pelo, estira un brazo...
5ºPuedes pegar una pequeña chuleta en la etiqueta del bolígrafo.
6º Escribe algunas palabras en la parte que separa los dedos de la mano.
7º Si vuestro profesor es muy despistado, podeis grabaros hablando del examen con el MP3 y si teneis el pelo largo, taparos las orejas y no se enterará.

Bueno, estas son algunas de las maneras para poder aprobar un examen
Espero que so sirvan, aunque sea hacer trampa xD

domingo, 25 de abril de 2010

Capítulo 4: Alianza (Dylan)


Era un tonto, me había enamorado de la princesa Alice, la hija del enemigo de mi padre. Me resultaba tan raro ser así de dulce con ella. Normalmente le hubiera mentido diciéndole que no la quería y que nunca volvería pero ella era mi pequeña princesita. Y lo que más me dolía era que ella se tendría que casar con un hombre que no amaba. Estaba de camino hacia mi habitación cuando oí a mi padre hablando con alguien.
-Majestad es necesario hacer esto-le decía el consejero real a mi padre- Tiene que hacer esa alianza, si no los bárbaros arrasarán con todo.
-Lo sé, lo sé, pero llevamos siendo enemigos desde hace mucho, el rey Connor jamás querrá unirse a nosotros.
Estaban hablando de hacer una alianza con Laragor, podría ver a mi princesa. Seguí escuchando para ver que decía mi padre.
-Tendrá que hacer una alianza por su bien, los bárbaros también atacarán por el norte.
-Hablaré con mi hijo y juntos decidiremos que hacer.
-De acuerdo majestad-toqué la puerta y el consejero real me abrió-buenos días alteza.
-Hola-dije fríamente, se fue de allí murmurando “este chico nunca cambiará”.
-Que bien que hayas vuelto Dylan, necesito hablar contigo.
-Ya lo sé papá, escuché todo, y estoy de acuerdo. Será mejor que hagamos esa alianza cuanto antes. Si partimos hoy mismo mejor.
-¿Estas bien Dylan? Si hasta hace poco no querías saber nada de ese reino.
-Estoy perfectamente, es mejor para que los bárbaros no nos ataquen-mentí a mi padre, en realidad solo deseaba ver a Alice.
-Vale hijo, partiremos en unas horas.
Preparé todo para el viaje. Decidí hacer una pulsera con esmeraldas para regalárselo a Alice. Me recordaba a sus ojos. Cuando estuvo todo listo mi padre, dos guardias, el consejero real y yo partimos. Llegamos a Laragor 4 días después. Estaba desesperado por ver a Alice. Si hubiera ido yo solo hubiera llegado en un par de horas. También estaba sediento pero eso ya lo podría solucionar.
Los guardias nos impidieron el paso.
-¿Quiénes soys y que queréis?-dijo el más bajo de los dos.
-Soy el rey Harry de Aledant y deseo ver al rey, venimos a hacer una alianza.
Poco después estábamos en la sala del trono reunidos con el rey.
-Majestad-comenzó mi padre-se que llevamos mucho tiempo enemistados pero es necesario hacer esta alianza. Los bárbaros atacaran por el norte y por el sur y nuestras tropas son pequeñas para tantos. Si nos unimos juntos podremos vencer.
-Esta bien, Harry, pero solo será por ese tiempo, después todo volverá a la normalidad y seguiremos siendo enemigos.
-Entonces estamos aliados. Los bárbaros vendrán en 4 meses y debemos estar preparados para atacar. Mis tropas ya se están preparando y reclutando a gente que quiera unirse al ejército.
-¿Tu hijo no participa en el ejército?-preguntó mirándome.
-Si, pero no sirve para pelear, así que él no peleará-mintió mi padre.
-Pues bien, dicho todo esto, os invitamos a quedaros en el castillo el tiempo que estemos aliados. Mis criados os llevarán a las habitaciones.
-Por aquí alteza-me guió una sirvienta.
De pronto pude oler la dulce sangre de Alice.
-Aquí está su habitación. La de enfrente es la de su padre, la del lado izquierdo es la de la princesa y la de su derecha es la de su prometido.
-Vale, te puedes ir- se fue murmurando lo mismo que todos “que maleducado”.
Quise ver a Alice, pero ella no me iba a reconocer como Dylan. Así que me fui al torreón donde la había besado. Cuando llegué allí me senté en un montículo pequeño que había y me puse a ver el horizonte. Pero entonces pude oler aquella sangre que me volvía loco.
-¿Eres tú?-me giré y vi la cara de decepción de mi princesita-¿Quién eres?
-Alteza-hize una reverencia- Hace tiempo que no nos veíamos. ¿No te acuerdas de mi?-negó- Soy Dylan.
-El príncipe de Aledant-susurró mirándome-¿Qué haces aquí?
-Solo estaba contemplando el horizonte-se acercó más a mi y aunque tuviera el colgante puesto mis colmillos salieron involuntariamente.
Me puse de espaldas a la princesa e intenté ponerme en orden.
-¿Estas bien?-asentí- Será mejor que vuelvas a tu habitación creo que tienes un poco de miedo a las alturas-dijo burlándose de mí.
Me giré para encararla y estaba a escasos centímetros de mi cara. Su sangre me llamaba, intenté irme pero mis pies no se movían. Me fui acercando a ella hasta que mis labios rozaron su cuello.
-¿Q-que ha-haces?-me preguntó sin moverse.
-Te advertí que era peligroso-mis colmillos salieron y la mordí.
Intenté beber poco pero me fue imposible, bebí hasta saciarme completamente. Cuando acabé ella cayó desmayada en mis brazos. La cargué y sin que nadie me viera la llevé a su habitación. La acosté en su cama y luego fui a mi habitación. Cogí la pulsera que iba a regalarle, un papel y una pluma y comencé a escribir:
Siento haberte hecho daño mi princesita. Pero para que me perdones quiero regalarte esto. Lo hice yo mismo así que espero que te guste.Quedará perfecto con tus ojos. Perdóname princesa. Te quiero. Tu principe.
Puse la carta sobre su mano y la pulsera alrededor de su muñeca.
-Te quiero-susurré antes de borrar sus recuerdos.

domingo, 18 de abril de 2010

Capítulo 3: El baile de máscaras (Alice)

Me desperté y estaba acostada en mi cama con el vestido que tenía ayer puesto. Era muy extraño, me acuerdo que una voz me había dicho algo y había visto unos ojos azules preciosos. Cuando recordé que esa persona me había cogido por la cintura miles de mariposas comenzaron a revolotear en mi estómago.Entonces también recordé un fuerte pinchazo en mi cuello. Me acerqué al espejo y me miré el cuello. Tenía dos puntos perfectamente definidos. Toqué esa marca extrañada y una fuerte corriente eléctrica recorrió todo mi cuerpo. Pero fue de lo más agradable.
Me puse un vestido azul muy simple con cuello alto para que no se viera esa extraña marca y le pedí a Dakota que me peinara. Hoy dejaría mi pelo suelto.
Fui donde estaba toda mi familia reunida y empezamos a desayunar.
-Hija esta noche elegiremos a tu futuro marido, y en dos meses se casaran.
-¿Tan pronto?-quiso saber mi madre- Cariño ¿no podríamos esperar hasta que se conozcan mejor?
-No Adrianna, se tendría que haber casado a los 16 años-era normal que las chicas se casaran a los 16- pero hice una ecepción con nuestra pequeña. Además Alice, estoy seguro que tu futuro marido será un hombre que te querrá mucho. Eres una joven hermosa y cualquier hombre se querrá casar contigo.
-Gracias padre, me alegra que te importe mi felicidad-le dije lo más sarcastica posible- Se me quitó el hambre, espero no haberlos disgustado. Si me permiten, me retiro.
No deje que mi padre me diera su afirmación para irme. Subí a mi habitación y allí comenzé a llorar. Recordé aquellos ojos que me habían himnotizado la noche anterior y me quedé dormida pensando en ellos.
-Alice despierta, tienes que prepararte para el baile-me llamó mi hermana- Estoy segura que encontrarás a alguien especial.
-Gracias Alanna.
Me puse un vestido color crema con encaje dorado en el corpiño y en el cuello y deje que mi pelo cayera en rizos hasta mi cintura. Me puse una máscara dorada y me preparé para que todos mis “queridos” pretendientes me vieran.
Bajé la gran escalera con mi padre y había demasiadas personas mirándome.
-Hija te presento a el principe Henry de Eliner. Henry te presento a Alice, mi hermosa hija.
-Alteza-dijo haciendo una reverencia.
-Alteza-se la devolví-encantada de conocerle- la verdad era que Henry no era feo, sus ojos eran azul verdoso y su pelo era rubio. Pero aun así no me quería casar con nadie.
Bailé con un par de hombres y todos eran muy amables, pero ninguno me llamaba la atención.
Había llegado la hora, mi padre decidiría quien sería mi esposo. Se levantó del trono e hizo que todos los miraran.
-Caballeros ha llegado la hora de que elija un marido para mi hija. Agradesco a todo el que haya venido pero ya tengo el pretendiente indicado. Alice por favor da un paso al frente.
Me levanté del trono y me puse al lado de mi padre.
-El principe Henry de Eliner será el esposo de mi hija-todos los presentes aplaudieron aunque muchos tenían cara de decepción por no haber conseguido el “premio”. Henry se puse a mi lado, cogió mi mano y me puse un lujoso anillo.
-¿Alteza, quiere casarse conmigo?
Miré a mi padre y vi orgullo en sus ojos. No lo podía decepcionar.
-Por supuesto-le dediqué una sonrisa falsa a mi prometido.
Cuando acabó el baile salí como la noche anterior al torreón donde había encontrado esos preciosos ojos, pero esta vez si había luz.
-¿Por qué siempre estas aquí?-dijo una voz muy familiar a mis espaldas.
Me di la vuelta y vi a un hombre alto, de pelo negro y tenía en la cara una máscara que dejaba ver sus ojos. Era el mismo chico de ayer.
-Tu…-dije himnotizada por su mirada y entonces una lágrima se deslizó por mi mejilla.
-¿Por qué lloras?-dijo acercandose a mí.
-Me tengo que casar con un hombre que no quiero.-dije avanzando hacia él.
-¿Por qué? ¿No te gusta?-me preguntó
-No…estoy enamorada de otra persona-le dije sin darme cuenta.
-¿De quién?-su mano estaba acariciando mi mejilla.
-De ti, se que no te conozco pero te quiero. Se que eres bueno y que nunca me harias daño.
-No sabes lo que dices princesa, yo tambien estoy enamorado de ti. Pero yo no soy bueno. Y ya te hize daño una vez.
-Tu no me has hecho daño-le dije segura y contenta ya que mi corazón iba a mil por hora- Y eres bueno, lo puedo ver en tus ojos-acerqué mi cara a la suya.
-Soy malo-me advirtió, nuestras caras estaban a escasos centímetros.
-No me importa.
Se fue acercando lentamente hacia mi cara y sus labios fríos tocaron delicadamente los míos. Me sentí en las nubes, no conocía de nada a ese hombre y ya estaba perdidamente enamorada de él y encima besándole. Pero no me importó nada en ese momento. Se separo de mí y me miró.
- Mi princesita eres mi perdición-sentí que me ruborizaba, cosa que nadie había logrado hacer nunca.
-¿Te volveré a ver?-le pregunté con una lágrima apunto de salir.
-No lo se princesa, intentaré volver. Recuerda que estoy perdidamente enamorado de ti. Te quiero Alice.
-Yo también, ¿Cómo te llamas?
-No te lo puedo decir, pero siempre seré tu principe. Recuerda eso.
Y se fue de allí dejandome llorando como la boba que era por haberme enamorado de alguien que ni siquiera conocía.

viernes, 16 de abril de 2010

Algo nuevo+Fotos graciosas

Hoola!! ^^

He estado pensando un poco y he llegado a la conclusión de hacer una nueva sección en el blog. Será para que todo el mundo que quiera (tengan o no blog) me envíen fotos, anécdotas, comentarios, chistes, relatos...¡Todo lo que queráis!
Tan solo tenéis que mandar un correo a vi_chy_97@hotmail.com y ahí pondréis lo que querais.
Esta sección será para que compartáis cosas divertidas que hayaís hecho, o que encontrasteis por ahí. También si alguien quiere desahogarse o...¡¡Toodo lo que se os ocurra!!
Bueno, y a parte de eso hoy os dejo unas fotitos muy divertidas xD
¿A que se parecen?


domingo, 11 de abril de 2010

Capítulo 2: Su sangre (Dylan)

Había vuelto a discutir con mi padre, el rey de Aledant. Mi reino era el más grande al sur del Mar Oscuro. Cada noche mi padre y yo teníamos la misma discusión: Yo. Cuando tenía 6 años empecé a experimentar una serie de cambios. Al anochecer mis ojos azules oscuros se volvían de un color azul eléctrico brillante, mis colmillos crecían 2 centímetros y adquiría una fuerza y una velocidad sobre humanas. Por eso, porque yo no era humano era un…Vampiro. Una noche en que mi abuelo me vio transformándome fue hacia donde se encontraba mi madre y la amenazó con matarme si no le decía lo que me estaba pasando. Ella se había quitado en colgante que siempre llevaba y pude ver como sus ojos se volvían completamente blancos, su pelo crecía hasta la cintura y sus colmillos se hacían visibles por fuera de sus labios. Mi abuelo estaba tan horrorizado que sacó su espada y apuñaló a mi madre más de 10 veces hasta que por fin ella murió. Y todo eso lo había hecho delante de mí. Me había puesto tan furioso que sin querer me había abalanzado sobre mi abuelo y lo había matado de un golpe en el cuello. Mi padre que había visto todo aquello mandó a que enterraran a mi madre y a su padre y me dijo que nunca le contara a nadie lo que allí había sucedido. Con mucho dolor me había despedido de mi madre y juré que nunca haría daño a nadie que no se lo mereciese. Aunque para poder sobrevivir tenía que beber sangre. Nunca mataba a nadie cuando me alimentaba. Bebía su sangre y con el colgante borraba la memoria de esa persona para que jamás supiera lo que había pasado. Pero mi padre siempre me decía que bebiera sangre de animales y por eso era por lo que discutíamos todas las noches.
Esta vez no había aguantado más de 5 minutos y me había ido corriendo a velocidad vampírica. Cuando me había calmado me había puesto el colgante de mi madre que me hacía volver a la normalidad. Fui caminando por una camino cuando vi un enorme castillo a lo lejos y parecía estar festejando algo. Pude ver a una anciana caminando por el camino en mi dirección. La verdad que no había bebido nada en una semana pero la sangre de esa mujer no me llamaba nada.
-¿Estas perdido joven?-me preguntó la anciana.
¿Por que no me llamaba alteza o algo por el estilo? Me miré y traía ropa normal “con razón” pensé. Intenté ser lo más amable posible con la anciana.
-La verdad es que si, ¿podría decirme donde estamos?
-Estamos en el reino de Laragor- ¡¡Laragor!! Si que había corrido. Y encima estaba en el reino de nuestros enemigos.
-¿Y que se está celebrando en el castillo?
-Hoy la princesa cumple 18 años y ha decidido hacer una fiesta para celebrarlo. Y mañana habrá un baile de máscaras en el que encogerán un esposo para ella.
-Gracias -dije mientras desaparecía rápidamente.
Fui avanzando cada vez más hasta llegar a las murallas del castillo. Escalé hasta un torreón que había cerca y pude ver todo Laragor desde allí. Me senté en la punta del torreón y me puse a recordar.
Yo ya conocía a la princesa Alice y me parecía una niña demasiado malcriada y creída. Antes de empezar con los cambios mis padres y yo habíamos viajado a Laragor para intentar arreglar la lucha que había entre ambos reinos. Pero al rey Connor en cuanto le propusimos dicha cosa se había negado en redondo. La princesa Alice se pasaba todo el día molestándome y criticándome y por eso me parecía demasiado egoísta y superficial.
-Jajajaja,-se empezó a reír de mi- Eso te pasa por inútil.
La princesita me retó a subirme a un árbol y no me dijo que el tronco estaba lleno de musgo así que resbalé y me caí en un charco de barro. Me levanté furioso y me dirigí hacia ella.
-¡Cállate niña!-estuve a punto de pegarle pero recordé lo que había dicho mi madre sobre no pegar a las niñas.
Y entonces como la niña boba que era se puso a llorar y mi madre vino hacia nosotros.
-¿Qué pasó alteza?-dijo mientras abrazaba a Alice.
-Me intentó pegar-Alice me señaló y sin que mi madre la viera sacó una sonrisa.
-¿Por qué casi le pegas hijo?-me miró acusativamente.
-Es que ella me obligó a subirme al árbol y no me dijo que había musgo y entonces me caí.
-Eso no es ningún motivo. Ahora te vas a ir con tu padre y le vas a contar lo que hiciste.
-Si mama-le dije con la cabeza gacha.
Ese era el peor recuerdo que tenía de esa princesa tan malcriada.
De pronto escuché voces y me escondí detrás de una estatua que había allí.
-¿Seguro que estarás bien?-oí preguntar a alguien.
-No te preocupes mamá. Solo estaré un par de minutos, necesito pensar con claridad-oí que decía una voz muy dulce.
-Está bien hija, que descanses.
Pasaron un par de segundos en los que solo podía oír la respiración de la chica. Me asomé por un lado de la estatua y vi a la mujer más hermosa que habría conocido en mi vida. Estaba completamente oscuro pero pude ver sus ojos verdes, eran enormes. Tenía una buena figura y su piel era casi tan blanca como la mía. Se llevó las manos al pelo y con un movimiento hizo que todos sus rizos cayeran hasta su cintura. Entonces me llegó el olor de…su sangre. Inconsientemente me quité el colgante y lo guardé en el bolsillo de mi pantalón. Salí de la gran estatua y me acerqué lentamete a ella poniéndome a su espalda. Puse mis manos alrededor de su cintura.
-¿Q-quien es?-preguntó nerviosa, con miedo a darse la vuelta.
-Shhh-la callé y aspiré su delicioso aroma- Solo quiero una cosa.
-Lo que quieras-dijo imnotizada por mi voz-Pero…déjame verte.
La giré sabiendo que lo único que podría ver de mi serían mis ojos.
-Me gustan tus ojos-dijo mientras me acercaba a su cuello.
-Y a mi tu sangre-la mordí.

jueves, 8 de abril de 2010

Un poemita

Hooola, aquí os dejo un poema que me dijo una chica de mi clase y que es realmente divertido, espero que os guste y os riáis tanto como yo xD

En una noche soleada,
cuando más brillaba el sol
vi una manada de cerdos
volando de flor en flor.

A la luz de un farol apagado
un ciego leía un periódico sin letras
"joven de 99 años muere apepinado
y sus padres de 3 y 6 años
le rezan oración.

Yo muy apenado llegué a casa,
abrí la luz, encendí la puerta,
colgué la ropa y me acosté en la percha,

A la mañana siguiente
escuché una voz que me decía:
¡Asómate a la vergüenza
cara de poca ventana y tráeme
un vaso de sed
que tengo mucha agua.

PD: Publicaré un capítulo de la historia cada domingo.

domingo, 4 de abril de 2010

Capítulo 1: La fiesta (Alice)


Ya todo estaba preparado para mi cumpleaños número 18. Había vivido toda mi corta vida en el castillo, con mis padres, los reyes de Laragor, el reino más grande al norte del Mar Oscuro. Así que yo era la princesa de ese gran reino. Siempre he soñado con casarme y formar una familia con el hombre que ame, pero para alguien de la realeza eso es casi imposible. Digo casi porque mi hermana si se ha casado con alguien que quiere, pero yo…no tendré la misma suerte. Justo al día siguiente de mi cumpleaños habría un baile de máscaras donde mi padre escogería a mi futuro esposo. Le había suplicado cientos de veces que me dejara a mi escoger, hasta mi madre lo había intentado convencer. No me resulta nada raro que mi padre me quiera casar con un rico príncipe, lo único que le interesa es el dinero y acabar con nuestro reino enemigo: Aledant.
Suspiré derrotada, ya todo estaba perdido. Me puse el elegante vestido verde con encaje en la parte baja que mi madre había escogido para mí. Llamé a una de mis sirvientas para que me ayudaran a recogerme el pelo.
-Dakota, recógeme el pelo, pero deja que caigan algunos mechones por fuera-le dije a mi sirvienta preferida.
-Por supuesto alteza.Si me permite se ve usted hermosa.-todo el mundo sabía que me encantaba que me lo dijeran.
-Muchas gracias Dakota, es bueno que de vez en cuando me lo recuerden.
Yo era así, había sido criada de esa manera y no me importaba admitirlo: era una niña malcriada. Lo se, pero nadie me va a hacer cambiar mi forma de ver y hacer las cosas.
-Listo alteza, ¿puedo retirarme?
Me miré en el espejo y estaba radiante. Mi pelo cobrizo estaba perfectamente recogido en un elaborado moño y algunos rizos caían de forma hábil sobre mi nuca y a ambos lados de la cara.
-Es perfecto, retírate y dile a mi madre y a mi hermana que vengan a verme.
-En seguida.
Deseaba ver al hijo de mi hermana. Era un niño absolutamente adorable. Mi hermana se había casado con el rey Elliot a los 16 años y ahora a sus 20 ya era madre del pequeño Elliot de 3 años.
-Hermana ¡Que hermosa te ves!-dijo entrando con Elliot en sus brazos.
-Muchas gracias Alanna, tu también estás deslumbrante. ¿Puedo cargar a mi sobrino?-extendí mis brazos y ella deposito al pequeño Elliot- Hola Elliot, eres un niño precioso- el pequeño rió.
-Pronto tu también tendrás a tu bebe-dijo mi madre entrando por la gran puerta de madera.
-Lo sé mamá, pero no va a ser del hombre que amo. ¿Por qué papá se empeña en casarme con un hombre que ni siquiera voy a tener la oportunidad de conocer bien?
-Lo siento hija, pero él es el rey y no se puede hacer nada en contra de sus órdenes. Además adivina quien regresó para tu cumpleaños y acompañado.
-¿Quien? ¿Ethan? ¿Ya se casó?-mi madre sonrió.
Ethan era mi hermano mayor. Se había ido a recorrer muchos reinos ya que le encantaba viajar.
-¿Dónde está?-pregunté ansiosa, hacía mas de 1 año que no lo veía-Toma Alanna-le entregué a Elliot.
-Acompáñame hija, está en el jardín con su esposa.
¡Era cierto! Mi hermano se había casado y estoy segura de que tendría que ser muy agradable ya que Ethan era muy testarudo en esos aspectos.
Nos dirigimos hacia el gran jardín que le había costado a mi madre hacer durante más de 12 años. Cruzamos el gran arco de lirios blancos que había en la entrada y vi a Ethan de espaldas con una mujer.
-¡Ethan!-levanté un poco el vestido para no caerme mientras corría hacia él.
-¡Alice! Estás hermosa-dijo mientras me abrazaba-No lo puedo creer, has crecido mucho. No sabes lo que te extrañé.-dijo mientras me miraba con esos ojos color miel que extrañaba tanto.- Allie-me soltó- te presentó a mi esposa Bryana y a mi futuro hijo o hija.
Me giré hacia la mujer y vi que era muy hermosa: Su pelo estaba recogido en un moño lleno de rizos negros y sus ojos eran de un color azul muy profundo. Miré su abultado vientre y tendría como unos 7 meses.
-Encantada de conocerla Alteza-dijo mientras hacía una reverencia- Ethan me ha contado que era muy hermosa, pero se ha quedado corto-me sonrió y sentí una punzada de celos porque la verdad ella era mucho más hermosa que yo, pero enseguida desaparecieron.
-Oh, no me llames alteza, eres la esposa de mi hermano y me puedes llamar Alice. Y ni se te ocurra hacer otra reverencia que le hará mal al bebé-la regañé.
-De acuerdo Alice, encantada-nos abrazamos- Y felicidades por tu cumpleaños.
-Muchas gracias Bryana, vamos a la fiesta que ya llegaron todos los invitados. Estoy deseando que todo el reino te conozca.
De camino al castillo Bryana y yo estuvimos hablando y supe que nos llevaríamos muy bien. Ella tan solo tenía un año más que yo. Por supuesto como había adivinado era una mujer muy agradable y dulce.
Nos pusimos a un lado de la escalera principal que bajaba hasta el gran salón de baile donde se celebraba la fiesta. Y empezaron a anunciarnos.
-Y aquí la joya de todo nuestro reino y sobre todo de nuestro rey: La hermosa princesa Alice.
Me erguí y comenzé a bajar las escaleras con una gran sonrisa en mi rostro. Cuando me hacían una reverencia movía la cabeza en señal de aceptarla y seguía mi camino. Podía escuchar como todo el mundo me halagaba. Cosa que no me resultaba nada raro. Así era mi vida. Asi era ser una princesa.

sábado, 3 de abril de 2010

¡¡Teneis que verla!!

Hooola, la encuesta ya ha acabado y pues publicaré la historia en este blog. Mañana subiré el primer capítulo.Lo haría hoy, pero es la comunión de mi primo y no tengo mucho tiempo.
Y bueno, ayer estaba medio aburridilla en casa y me dio la idea de ver pelis japonesas xD Encontré una que realmente me gustó y aquí os dejo las tres primeras partes para que, si os apetece, la veáis. Pero os os recomiendo que si sois muy sensibles y lloráis con facilidad tendréis que tener un paquete de pañuelos al lado. Se llama Koizora (Cielo de amor). También hay una pequeña serie pero no la he visto.





 

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